Por qué elegir Power Sea Saver?
Los problemas relacionados con la instalación de sistemas GLP en el sector náutico son totalmente diferentes de los que se pueden encontrar en el sector automovilístico:
• el ambiente salino, que comporta el uso de materiales muy diferentes a los utilizados en los automóviles;
• la corrosión galvánica generada por las corrientes vagabundas, que compromete la integridad de la instalación;
• las vibraciones del motor;
• la toma de aire en contacto con el motor (en los fueraborda);
• los componentes electrónicos (unidad de control) y eléctricos (fusibles y conexiones) expuestos a la corrosión.
El sistema Power Sea Saver garantiza la máxima durabilidad, ya que ha sido proyectado y comprobado para resistir estos inconvenientes.
Otra diferencia entre los coches y los barcos consiste en que el flujo de GLP en un motor marino es intenso y continuo: una embarcación de 8/9 quintales con un motor fueraborda de 140 hp, a una velocidad de 22 nudos (40 km/h), puede consumir entre 0,3 y 0,5 litros por minuto, mientras que una embarcación de 10-12 quintales, con un motor de 250 hp, puede consumir entre 0,4 y 0,7 litros por minuto. Por lo tanto, la vaporización continua debe estar garantizada y se deben tomar ciertas medidas en el circuito de refrigeración del motor. La vaporización continua solo puede ser ofrecida por Power Sea Saver, ya que el sistema se regula en función de la potencia requerida.
Power Sea Saver garantiza un ahorro del 50 % en los costes de gestión de la embarcación, sin renunciar a la potencia del motor y contaminando mucho menos que los combustibles convencionales.
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